Sunday, November 30, 2014

|ANIMO UACM!: Fabricando una praxis de una filosofía educativa


¡ANIMO U.A.C.M.! : FABRICANDO  UNA PRAXIS  DE UNA FILOSOFÍA
EDUCATIVA.[*]
La emancipación de los trabajadores ha de ser obra de los trabajadores
mismos, Ricardo Flores Magón, Tierra y Libertad.
por
John Kendell Graham
Mayo, 2005

[*Esto es el nombre del proyecto que  describí en mi respuesta al cuestionario del Centro de Entrenamiento de Televisión Educativa (CETE) para la detección de proyectos institucionales en donde es necesario el uso del video.]

El cuestionario fue diseñado para que cada participante del curso Diseño de proyectos institucionales para el uso del video pudiera establecer con precisión las necesidades y prioridades de su organización y diseñar un proyecto que fuera pertinente para el cumplimiento de sus objetivos principales.

Sé que mis respuestas son incompletas, y corresponden solo a mi percepción de la realidad institucional con el fin de que la información tenga efectividad para el diseño de la actividad a proponer.

Entonces, me gustaría saber si compartes está percepción y pediría tu asistencia para elaborar respuestas más correctas y precisas  consistiendo en (i) corrección de  errores, (ii) agregar complementos, (iii) comentarios acerca de los objetivos del proyecto y el papel que el video jugaría para lograrlos, y (iv) un indicación de interés para compartir en esto Proyecto.

Muchas gracias,

Spiral on!

John


    
Institución y dependencia:
La Universidad Autonomía de la Ciudad de México (UACM)

Datos del responsable del llenado:

Nombre:
John Kendell Graham
Puesto:
Profesor-Investigador TC 
Profesión
Educador
Teléfono:
56 55 22 66
Correo Electrónico:
swicisit@gmail.com


.
Descripción de actividades prioritarias




Asistir  la vocación de la UACM desarrollar actitud humanista, científica y crítica cuya misión es contribuir a la satisfacción de necesidades apremiantes de nuestra ciudad en materia de educación superior, la extensión de los servicios educativos a la sociedad y la cooperación con las comunidades de la Ciudad de México para la solución de sus problemas sociales y su desarrollo cultural.
Asistir la UACM formar personas con un sentido social, humanista, científico y crítico, capaces de asumir compromisos con la sociedad y consigo mismos, de pensar de manera libre y crítica, de construir y desarrollar sus proyectos profesionales y personales de manera autónoma.
Tareas sustantivas por ley:
  • Constitución Política de México Articulo 3: “desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano” sobre una formación democrática “considerando la democracia no solo como una estructura jurídica y un régimen político, sino como un sistema  de vida fundado en el constante mejoramiento económica, social y cultural del pueblo” (cita en Noticiario UCM, núm. 25, 1/abril de 2004 p.2);
  • Ley Orgánica de la Universidad Autonomía de la Ciudad de México, diciembre 16, 2004;
  • Exposición de motivos de la ley de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México 2005.

 


Programas estratégicos:


  • En formación – estado de ‘transición’ entre principios / filosofía (muy clara, muy profunda, muy necesaria para el futuro de México) y acción.
  • En general: Instrumento educativo donde se ha dado preferencia a los más pobres, débiles y olvidados. Liberación a través educación para un gobierno humano que corresponde a las declaraciones sobre filosofía educativa de la UACM y actividades educativa y cultural. Se planean actividades por periodos de tiempo que regularmente van de futuro indefinido.
  • Ejemplos de las declaraciones:
…Estamos decididos a impulsar la educación pública. Las razones son obvias: la educación es la base del desarrollo; la educación permite crear condiciones de igualdad; la educación ensancha el disfrute de la vida; la educación hace florecer la democracia... El propósito deliberado es que la educación deje de ser un factor de movilidad social, y se convierta en un simple instrumento para sostener y dar legitimidad a un proyecto basado en el afán de lucro y la desigualdad...el Estado esta obligado a garantizar el derecho de todos a la educación...De modo que la principal justificación para crear las escuelas preparatorias y la Universidad de la Ciudad... tiene que ver con una convicción elemental: no queremos que la educación se convierta en un privilegio.
Además la educación es el mejor recurso de la ciudad y su fortaleza espiritual. La educación es lo menos material que existe, pero la mas decisivo para el porvenir de los pueblos...La ciudad tiene, a pesar de todo, los mas altos niveles educativos del país y el gobierno de la ciudad debe mantenerlos y acrecentarlos. Esta universidad de alto nivel académico y con un profundo sentido social, crítico, científico y humanista, será apoyada decididamente. (La Universidad de la Ciudad de México) el advenimiento de este importante centro de enseñanza e investigación de la ciudad de la esperanza.
Andrés Manuel López Obrador, Jefe de Gobierno del Distrito Federal, La inauguración de la Universidad de la Ciudad de México, el 3 de septiembre de 2001;

…¿Para qué sirve...nuestro pequeño recién nacido? Su futuro – lo que será y lo que no será – es responsabilidad de todos, y no sólo de quines lo engendraron. Es en primerísima instancia responsabilidad de sus estudiantes, de quienes todos esperamos qué con su actuar, hoy como estudiantes y en un mañana cercano como profesionales comprometidos con la construcción de un país más culto, más justo, más fraterno y solidario. Es también responsabilidad de los maestros, los investigadores y de todos los trabajadores, técnicos y autoridades que de una u otra manera habrán de sostener y dar vida al quehacer cotidiano de la nueva universidad. Por es asimismo responsabilidad de los órganos de gobierno y legislativos de todos los niveles y envergaduras que con su acción o su omisión habrán de abrir o cerrar perspectivas, que con el alcance corto o largo de su visión habrán de modular y modular lo posible y lo deseable. Es, una última instancia y de manera muy importante, responsabilidad de todos y cada uno de los ciudadanos de nuestra ciudad, la ciudad sede y casa de la naciente universidad, cuya mirada vigilante y demandante es la mejor garantía de que la nueva institución cumpla las expectativas depositadas en ella al andar su camino…(L)a intención de lograr que en poco tiempo se alcance la plena identificación de la naciente universidad con su ciudad: la atención a sus problemas, a sus necesidades e intereses es la llave para lograrlo…Nuestro país requiere con urgencia pasar de la etapa de consumidor de conocimiento comprado ( a alto precio, por lo demás) a generador y usufructuario de los conocimientos que requiere el desarrollo de un aparato productivo nacional propio e independiente entendido  esto último en la medida en que puede hablarse hoy en día de un actuar independiente y autónomo.
Luis de la Peña, Miembro del Consejo Asesor, La inauguración de la Universidad de la Ciudad de México, el 3 de septiembre de 2001;

…La Universidad de la Ciudad de México se funda con el  propósito de integrar a esta urbe una nueva institución          cultural, de alto nivel académico, decisivamente comprometida con la sociedad mediante el ejercicio de sus funciones de docencia, investigación, extensión, cooperación, difusión y divulgación, y fiel a la vocación científica, humanística y critica que ha guiado por centurias a las instituciones auténticamente universitarias…La educación es un factor esencial para conformar una sociedad libre, justa y democrática. La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece un ideal de sociedad democrática con un definido sentido humanista y plantea claramente que alcanzar este ideal depende de la educación… 

La Universidad de la Ciudad de México nace en el compromiso de contribuir a ampliar lo más posible las oportunidades de educación universitaria, porque la vida material y cultural contemporánea hace de esta tarea una necesidad básica...Nuestra tarea es formar para el trabajo, para que los nuevos generaciones valoren el trabajo como factor esencial de la realización personal y forma concurrir la construcción de la sociedad, para que sepan trabajar y quieran trabajar con fines nobles y transcendentales.

Para no caer en esa visión unidimensional del hombre y de la sociedad, es necesario que la universidad asuma su responsabilidad critica y autocrítica…ni simplemente señalar errores o defectos, mucho menos dar puñaladas por la espalda a los adversarios políticos…

Hacer crítica significa confrontar criterios, exige buscar honestamente la verdad. Encontrar la verdad – bien sabemos – implica muchas dificultades, una de ellas es aplicar en la búsqueda un método correcto y de esto se han ocupado los científicos…Una forma practica de ejercer la critica consiste en cuidar las palabras que entran a alimentar nuestro pensamiento…se compromete con la verdad, busca el rigor en el análisis, la riqueza de la diversidad cultural, la sabiduría que la perspectiva histórica, y la contribución practica para la solución de los problemas humanos…, principalmente (de) los habitantes de esta metrópoli. (UCM’S) compromiso es trabajar, con un alto nivel académico, para atender las necesidades educativas de la población, pero definidas estás a partir de una concepción humanista individuo y de la sociedad. Su empeño será humanizar los procesos educativos…por el contenido integrador y la orientación de sus planes y programas… también por la forma en que serán considerados los actores principales de este proceso: maestros y estudiantes.

(La UCM) se propone establecer relaciones de cooperación entre los maestros, eliminado los mecanismos de rivalidad que han descompuesto en los últimos años a los cuerpos académicos, se propone que los maestros encuentran en la naturaleza, fines y formas de su propio trabajo el estimulo para hacerlo con entusiasmo, y en la remuneración decorosa la condición para hacerlo con dedicación plena…

La UCM considera los estudiantes como su razón de ser y como sujetos conscientes, activos y responsables de su propia educación: los demás miembros de la institución – maestros, investigadores, técnicos y trabadores de servicios – tienen como responsabilidad apoyar a los estudiantes para lograr su mejor educación.

Los planes y programas de estudio, los procesos de enseñanza y aprendizaje y los reglamentos promoverán que todos y cada uno de los estudiantes puedan alcanzar los más elevados niveles de formación, a partir de una exigencia efectiva de rigor científico y académico, y tomado en consideración las condiciones especificas y los proyectos de cada educando…
Rector de la UCM, Manuel Pérez Rocha, La inauguración de la Universidad de la Ciudad de México, el 3 de septiembre de 2001;

         
  • Compromiso por situar al estudiante como el centro de toda acción educativa
             ( Noticiario UCM Núm. 25, 1);
  • “Parece fundamental: la interacción entre las personas que intervienen en la situación de enseñanza y aprendizaje en el aula y el significado de la tarea que conjuntamente realizan”  Monero;
  • Resolución de problemas presentes y preparación para el futuro ( Ing. Manuel Pérez Rocha, ‘Entrevista’ UCM Informe Núm. 1, junio 10, 2002)
  • …y otras. 

Plan anual:

  • En formación
  • Hay los planos particulares y actividades in áreas diferentes: por ejemplo, Cultural Difusión, Dinámica no linear sistemas complejos (DNLySC), Educación Ambiental, Autogestión Cooperativa, Ayuda de Docentes, Energía, Cultural Difusión, Enlace Comunitario.


Proyecto específico seleccionado:

  • Denominación del proyecto:
           ¡ANIMO U.A.C.M.! : FABRICANDO  UNA PRAXIS                                                                                        DE UNA FILOSOFÍA  EDUCATIVA
             La emancipación de los trabajadores ha de ser obra de los trabajadores mismos, 
Ricardo Flores Magón, Tierra Y Libertad.


Naturaleza del proyecto:

1. Descripción del proyecto
La idea central es usar video como un instrumento movilizando y para movilizar la conciencia de la filosofía educativa, y como un instrumento para ponerlo en practica, promueve o posibilita o facilita la participación de la comunidad  universitaria en el desarrollo del proyecto.

El foco fijo son las declaraciones de la filosofía, el conocimiento de ella, y las maneras que estos ha marcado un impacto en la actitud y acción de las personas de la comunidad universitaria – los estudiantes, profesores, administrativos, y laborales.

En estas circunstancias, desde el punto de vista metodológico, hay que establecer los mecanismos de inserción e implicación de los beneficiarios en la realización del proyecto. La participación de la comunidad  universitaria, especialmente los estudiantes, es un criterio básico y central en la selección de métodos y técnicas y la  Naturaleza de la estrategia para la acción.

2. Fundamentación o justificación
Dado que la filosofía educativa es la base del UACM, entonces; el conocimiento de la misma y el compromiso hacia la filosofía son la base para la realización de su propósito educativa, que esencialmente consiste en analizar los problemas que la Ciudad y el país de México están confrontando y suministrar soluciones.

Entonces en este contexto las preguntas centrales son:
¿Qué entiendes de las declaraciones del programa estratégico de la UACM?
¿Estás de acuerdo?
¿Cómo has puesto o quisieras poner estas declaraciones en acciones?   

3. Justificación del proyecto en si:
El video ha demostrado su utilidad como un instrumento de informativa (video documento), motivadora (video animación), expresiva (creatividad y video-arte), evaluativo (video-espejo y microensañanza), investigadora, lúdica (video como juego), y metalingüística.

Esta taxonomía de las funciones didácticas del video tiene tan solo un valor operativo. Suele darse más bien una interacción de funciones, probablemente con predominio de algunas de ellas en cada situación didáctica concreta.

Como ejemplificación de la interacción de funciones puede servir una propuesta para el área idiomas. La profesora de ingles invita a sus alumnos a preparar un pequeño espectáculo en inglés que será grabado en video. Puede consistir en la interpretación de algunas escenas en las que se intercalaran canciones y sketches.

Los alumnos aceptan encantados la propuesta (función motivadora.) Inmediatamente se ponen a trabajar preparando los textos y acciones, tanto en horario escolar como extraescolar. Se interesan por el proyecto porque la libertad de creación es total (función lúdica.) Visionan repetidamente algunas imágenes extraídas de un programa televisión, radio, y CD de variedades para analizar detenidamente la pronunciación y la entonación de algunas canciones y recitados (función investigadora.) Comienza a utilizarse la cámara para la grabación, de un ensayo. La cámara es manejada por los propios alumnos (función expresiva.) La grabación se utiliza ante todo para analizar la corrección lingüística y el desarrollo del espectáculo (función evaluativo), pero también para valorar la eficacia expresiva del grupo encargado de la grabación (función metalingüística y función evaluativo.)

Realizadas las oportunas correcciones a todos los niveles, y tras nuevos ensayos, se procede a la grabación definitiva, son grabados también. La cinta permite un análisis del comportamiento comunicativo de los miembros del grupo (función de animación y evaluación.) Finalmente, la grabación definitiva del espectáculo es presentada a los amigos en una reunión de la asociación, con el fin de darles a conocer las actividades que se realizan en el centro y el grado de implicación de los alumnos (función informativa).

La experiencia podría considerarse paradigmática de las complejas posibilidades educativas y didácticas de un medio tecnológico como el video. Un medio que “como instrumento de producción, favorece el hacer; como instrumento de grabación y difusión, favorece el ver y el oír; como instrumento de producción de sentido, motiva la exposición y la expresión”. (M.Maurice et. al.; cit. in Ezequiel Ander-Egg, María José Aguilar Idáñez, Como elaborar un proyecto. Guía para diseñar proyectos sociales y culturales, Lumen/Humanitas, Buenos Aires, 2000.)

Tengo experiencia directa, y evidencia tangible de estas posibilidades educativas, didácticas, y cultural difusión del video a la UACM (Teotihuacan Encuentro: A Case Study of UCM Educational Praxis, diciembre 18, 2002; Entrevistas de las Turísticas por los estudiantes de inglés en el Zócalo, 2003, con Monica Sarnari) y solo por otras causas educativas comunitario en Australia.

Pero, porque estas actividades son pequeñas y el proyecto que se propone aquí es nuevo y grande, si imposible presentar los resultados que haya arrojado la evaluación previa del proyecto, acerca de su viabilidad, análisis costo- beneficio o costo-oportunidad, productos, efectos e impacto, etcétera.


Si imposible también incluir una síntesis de los datos del diagnóstico o estudios previos (aparte de los ejemplos antes) que justifiquen el proyecto, así como algunas previsiones sobre la transformación de la situación-problema que se pretende resolver con la realización del proyecto.

Sin embargo, convencido que tan un proyecto debidamente dada prioridad más alto.

4. Marco institucional (organización responsable de la ejecución.)
En esto momento, aparte de la administración de la UACM, (El Rector, Administrativo Académico y Consejo General) y no hay organización responsable de la ejecución del proyecto video para esto propósito o para el use del video en la universidad en general. (Entiendo que esto aspecto es el proyecto de otra persona (Isabel) quien asisten el curso de Centro de Entrenamiento de Televisión Educativa (CETE) ‘Microproducción Diseño de proyectos institucionales para el uso del video’.)    

5. La naturaleza del problema que se pretende resolver es ante toda actitud personal (emocional, psicológica) y se relaciona con lo que las personas hacen y por qué, y en ambos casos, cómo ellos asisten en poner la filosofía en acción o praxis.

En este contexto las preguntas centrales son:
¿Qué estas haciendo? (acción’)
¿Por qué lo estas haciendo?( razones)

Estas cuestiones de auto conciencia y objetivación de la motivación referido al proyecto UACM son urgentes y la magnitud de los mismos es enorme. En este momento esta retardando el desarrollo del proyecto en muchas áreas, especialmente entre las áreas administrativo y educativo, en el compromiso de parte de los estudiantes, y oportunidades para ellos participación en la formación de la universidad.

Estas cuestiones también  son implicadas en la filosofía educativa de UACM en general, y en los temas muy específicos en algunos programas y cursos. Por ejemplo, Cultural Difusión, Autogestión Cooperativa (Plantel del Valle) y en las declaraciones pedagógicas de Dinámica no Linear y Sistemas Complejos (Plantel del Valle) y Educación Ambiental (Plantel San Lorenzo Tezonco.)

También, estas cuestiones son básicas al aprendizaje de inglés en los niveles todos, incluid los profesores y los contenidos de la curricular.    

6.  La naturaleza de la estrategia para la acción  índice esta trayectoria:
Buscan por medio de anuncios del curso ‘Microproduccion’ de Centro de Entrenamiento de Televisión Educativa (CETE) con una descripción breve de su natura y valores a las áreas diferentes de UACM;
Inscribe los estudiantes y los profesores en el curso;
Hacer trabajar primero con planes existentes y programas ya aprobados;
Hacer trabajar siempre con los estudiantes (y los profesores) quienes son los actores principales de este  proyecto;
Selección de las declaraciones de programas estratégicos de la UACM; 
Distribución de las declaraciones a comunidad universitaria;
Encuentro para formular preguntas – base para entrevistas (ver (2) Fundamentación para ejemplos de las preguntas);
Entrevistas formuladas por los estudiantes principalmente;
Entrenamiento para estructurar entrevistas – primero entre estudiantes;
Documento esta trayectoria con video.

7. Los recursos (a) internos y (b) externos asignados para la solución del problema son:
(a) La filosofía de la UACM, Ayuda de Docencia,  Autogestión Cooperativa, Proyectos de Enlace Comunitario, Tutorías, Comité de los Conflictos, profesores y estudiantes individuales y sus ideas de educativa por la vida, y desarrollo estructural personal;
(b)  El plan educativo del Gobierno de la Ciudad de México.

 8. Finalidad del proyecto (impacto que se esperar lograr):
Dado que esta propuesta tipo paraguas, hecho de los proyectos tan pequeños y concretos, cada uno requiere para ellos definición y elaboración la cooperación de los profesores, administrativos y técnicas en áreas diferentes, y primordiales las  estudiantes de los planteles varios, realizar el finalidad del proyecto impacto que se espera lograr es un sueño. Pero un sueño es necesario por si se volvió realidad.
 
La tendencia a exagerar la finalidad de un proyecto, o bien a expresarla en términos vagos y abstractos es obvio. Pero los términos son los unos que dirigir la UACM completa. Entonces, lo que se necesita es efectuar el sueño y hacer las palabras. Esto proyecto ‘Animo’ tiene ese objetivo.

No debemos olvidar nunca que es mucho más fácil formular objetivos ideales, abstractos y maravillosos, y encontrar gracias a ello seguidores entusiastas, que establecer pasos precisos para resolver problemas concretos. Para que los objetivos adquieran un carácter
operativo hay que traducirlos en logros específicos, es decir, hay que indicar cuánto se quiere lograr con la realización del proyecto, dentro de un plazo determinado y en ámbito o espacio también delimitado. Los objetivos generales y específicos el proyecto ‘Animo’ es un intento de lograr estas cosas.

9.  Objetivos (para qué se hace, que espera obtener.)
Obviamente, sin el compromiso de la UACM ninguno de los objetivos siguientes son posibles.

Entonces, el objetivo principal es obtener financiamiento de parte de la UACM para el proyecto ‘Animo’:

  • Buscan por medio de anuncios los cursos CETE ‘Microproducción’:
  • Primero y básico ‘Diseño de proyectos institucionales para el uso del video (40 horas, gratuito)
  • Cámara digital (miniDV) (20 horas, $700)
  • Edición digital de video:1.   Edición no lineal con plataforma Adobe Premier’ (20 horas, $700:
  • Edición no lineal con plataforma Adobe Premier.     Digitalización   (20 horas, $700
  • Formación en guionismo para televisión educativa y cultural:1. Introducción a la comunicación y el guionista  audiovisual (20 horas, $500); 2. Proceso de elaboración de guión (20 horas, $700); 3.Taller de elaboración de guión (20 horas, $500)
  • UACM subvención los costos para las estudiantes y los profesores quien complete todo el ‘Diseño de proyectos institucionales para el uso del video’ (los estudiantes 90% y los profesores 50%.)
10. Los objetivos específicos y metas (cuanto se quiere hacer, servicios que se prestaran y/o necesidades que su cubrían, beneficiaros destinatarios del proyecto, a quien va dirigido, y Productos resultados de las actividades) son:
  • Implementan video como un instrumento de informativa (video documento), motivadora (video animación), expresiva (creatividad y video-arte), evaluativo (video-espejo y microensañanza), investigadora, lúdica (video como juego), y metalingüística;
  • Oportunidades por integración del video en proceso en Áreas de Estudio varias; 
  • Formación de docentes y Apoyo académico en Áreas de Estudios varias;
  • Integración interdisciplinaria;
  • Fortifican asistencia a las clases y participación en las clases por las estudiantes en Áreas de Estudios varias por la creación del proceso muy dinámica / interactivo/ dialogizó; 
  • Permite auto autoanalizarse de una manera suficientemente compleja. Permite, en efecto, el análisis de muchos códigos expresivos al mismo tiempo: el lenguaje, el paralengauje, la proxemia, la kinesis, una actuación de la conocida máxima del oráculo de Delfos “Conózcase a ti mismo”. Ideal para Tutorías, Programa de Autogestión Cooperativa, Creación Literaria y los Áreas de Idiomas;
  • Permite experimentación en formas de enseñanza y aprendizaje que presentan una opción a la educación bancaria ( Freire, Vygotsky, Piaget, Project Based Education, constructivismo);
  • Permite extensión del proceso de enseñanza y aprendizaje fuera la aula en Áreas de Estudios varias (por ejemplo, ‘Teotihuacan Encuentro’ y  ‘Entrevistas de las Turísticas por los estudiantes de inglés en el Zócalo’.)
  • Permite extensión de la investigación científica por las estudiantes y los profesores, individualmente y en colaboración, de los problemas de la ciudad y el país de México en una manera que puede ponerse al servicio de los intereses particulares de los usuarios y los sujetos reproduciendo las realidades cotidianas con una frescura que las convierte en nuevas, (especialmente relevante de Derechos Humanos, Energía, Educación Ambiental, Autogestión Cooperativa, Salud, Estudios sobre la Ciudad de México, Cultural Difusión y Enlace Comunitario, Maestría en Ciencia de Complejidad);
  • Los  resultados de estas investigaciones, y otras cosas ya mencionadas, en la forma del video, podrían ser usados para anunciar el Proyecto UACM obtener ‘seed capital’ de las organizaciones como el Fundación de George Sores (Move-On Organization) y ‘Televisora del Sur FOTO’ (La Jornada, 5 de febrero, 2005, ‘Alistan proyecto contra hegemónico de televisión que sea opción real en AL’), establecer una Centro de Media UACM, como la propuesta de ‘Creación de la Coordinación de Computo, Informática y Telecomunicaciones de la UACM (Felipe Contreras, Juan Luis Martínez Ledesma y yo), y asiste con los programas televisión, local, nacional, América Latino, e internacional.
  • Documentar el proceso de transición de filosofía a acción en una cambia facilitar esta transición a la praxis de la filosofía.
  • Fortalecer en general el Proyecto UACM como instrumento educativo para solucionar los problemas hacer frente gobierno humano.







Saturday, November 29, 2014

Semana de Bienvenida: Presentación a las estudiantes nuevas en la Maestría de Ciencias de la Complejidad, 2013

Evaluación educativa, certificación y acreditación en la UACM


Evaluación educativa, certificación y acreditación en la UACM: un diagnóstico de las prácticas actuales y un esbozo para
su reforma, Propuesta para el Congreso Universitario 2012
Evaluación educativa,
certificación y acreditación
en la UACM: un diagnóstico
de las prácticas actuales y
un esbozo para su reforma
Propuesta que pretende esbozar y defender un sistema de evaluación, acreditación y
certificación que sea genuinamente consistente con el proyecto educativo de la UACM.
1
Evaluación educativa, certificación y acreditación en la UACM: un diagnóstico de las prácticas actuales y un esbozo para
su reforma, Propuesta para el Congreso Universitario 2012
Autores: Viridiana Alarcón, egresada de Ciencia Política y Administración Urbana; Alberto
Fonseca, profesor investigador de Filosofía y la Historia de las Ideas; Carlos González y
John Hazard, profesores investigadores de Inglés
Índice
Introducción 3
I. Elementos para el diagnóstico de las funciones de evaluación
y certificación en la UACM
4
II. Propuesta de revisión de las nociones de evaluación,
certificación y acreditación, así como de su operación en la UACM
9
III. Estructura propuesta
17
2
Evaluación educativa, certificación y acreditación en la UACM: un diagnóstico de las prácticas actuales y un esbozo para
su reforma, Propuesta para el Congreso Universitario 2012
IV. Consideraciones adicionales 18
Introducción
El propósito del presente trabajo consiste en esbozar y defender un sistema de evaluación,
acreditación y certificación que sea genuinamente consistente con el proyecto educativo de
la UACM. En primer lugar, presentamos elementos de diagnóstico y análisis relativos al
sistema de evaluación, acreditación y certificación que de hecho prevalece en la UACM,
sistema que, como se explica en la página 6, atenta contra la libertad de cátedra y los
derechos de los estudiantes de elegir qué estudiar. En segundo lugar, exponemos una
propuesta de revisión de los conceptos y de su operación. Por último, delineamos un diseño
de la estructura del área de Certificación para presentarlo ante el Congreso Universitario.
Nos guía la creencia de que la evidencia más alarmante del incumplimiento del proyecto
educativo de la UACM es la existencia de muchos estudiantes que no aspiran a más que
“pagar” los cursos que “deben” para poder “salir”. Esperamos que nuestra propuesta
contribuya a abolir el sistema bancario de la educación1 en la UACM y a poner el
aprendizaje y la construcción de saberes en el centro mismo de la vida universitaria.
Defendemos el proyecto original de la Universidad no sólo contra quienes abiertamente
llaman por su abandono en aras de la implementación abierta del tipo de las prácticas
educativas tradicionales que la UACM se proponía dejar atrás, sino también contra quienes
1 Freire, Paulo: Pedagogía del oprimido.Montivideo: Tierra Nueva, 1970. pp 71-95.
3
Evaluación educativa, certificación y acreditación en la UACM: un diagnóstico de las prácticas actuales y un esbozo para
su reforma, Propuesta para el Congreso Universitario 2012
consideran que el proyecto original ya está en marcha y se manifiesta en la generalidad de
las prácticas actuales de la Universidad. Consideramos que la Certificación tal y como se
practica, así como la subordinación a ella de las otras formas de evaluación y de las
prácticas de enseñanza-aprendizaje, reflejan una seria deficiencia en el funcionamiento de
la Universidad. En todo caso, nos motiva un deseo de rescatar lo dispuesto en el punto 5 de
la Exposición de Motivos de la Ley de la UACM, retomado en los Ejes Temáticos del
Congreso General Universitario.
I. Elementos para el diagnóstico de las funciones de evaluación y
certificación en la UACM
Para realizar un diagnóstico del funcionamiento del modelo de certificación, vale la pena
recordar, en primer lugar, los objetivos expresos que el proyecto universitario confería a la
UACM en la Exposición de Motivos de su Ley. De particular importancia es el punto 5, que
citamos aquí en extenso:
“Las comunidades de las instituciones de educación deben constituirse con los
maestros y los estudiantes, y esto exige que estudiantes y maestros tengan
efectivamente el interés común por el conocimiento y la cultura.
“Es necesario, por tanto, que estudiantes y profesores centren su interés en la
preservación e innovación de los conocimientos y de la cultura; que los
estudiantes no pongan su interés principal en la obtención de certificados,
calificaciones, títulos o diplomas con los cuales ir a conquistar posiciones que nadie
puede garantizarles, en un mercado de trabajo cuyo comportamiento depende del
sistema productivo y no del sistema educativo nacional; y que los profesores, sin
renunciar a sus intereses laborales legítimos, tengan como motivación sustantiva
4
Evaluación educativa, certificación y acreditación en la UACM: un diagnóstico de las prácticas actuales y un esbozo para
su reforma, Propuesta para el Congreso Universitario 2012
el desarrollo del conocimiento, la formación de las nuevas generaciones, la
difusión de la cultura y el servicio a la sociedad.
“Constituir una auténtica comunidad académica en las instituciones de educación
superior exige, en primer lugar, que los profesores y los estudiantes den a otros
intereses, no obstante su legitimidad, el carácter subordinado que les corresponde.
Debe desterrarse de la universidad todo criterio de beneficio privado que genere una
fragmentación de lo que debe ser una comunidad, para propiciar que profesores y
estudiantes tengan como interés efectivo común y preponderante el desarrollo del
conocimiento, de la cultura y de la aplicación de sus resultados en beneficio de la
humanidad.
“Por esta razón se ha determinado que el interés legítimo de los estudiantes por
obtener certificados, títulos, grados y diplomas se distinga claramente del interés por
el conocimiento, del interés por formarse una cultura propia, y se subordine a éste.
Lamentablemente, es frecuente una confusión dañina entre estas dos funciones
(educar y certificar) y la imposición del valor de las certificaciones sobre el del
conocimiento mismo. El resultado ha sido un grave deterioro de la calidad de la
educación y la imposibilidad de hacer del conocimiento el elemento de cohesión de
la comunidad académica.
Para propiciar que los estudiantes centren su atención en el aprendizaje, el
articulado de esta Ley establece una distinción clara entre las evaluaciones que
tienen como función diagnosticar la forma en que se desarrolla el proceso
educativo y apoyar su mejoramiento, y las evaluaciones que tienen como
función otorgar certificados, títulos, grados y diplomas. Esta distinción se
traducirá también en que los estudiantes refuercen su aprecio por el conocimiento en
sí mismo, por su sentido práctico y por la satisfacción de aprender, y no lo valoren
solamente porque les otorga certificados y premios.”
Dicho propósito obtiene expresión legal, además, en lo dispuesto en los Artículos 6,
Fracciones I, IV, V, VI, VII; 7, Fracción IV; 12, 13 y 14 de la dicha Ley de la UACM.
5
Evaluación educativa, certificación y acreditación en la UACM: un diagnóstico de las prácticas actuales y un esbozo para
su reforma, Propuesta para el Congreso Universitario 2012
¿Ha alcanzado la UACM, institucionalmente, los objetivos aquí esbozados? Una somera
investigación empírica mostrará que no. En buena medida, sostenemos, eso se debe a las
serias deficiencias que exhibe el sistema de certificación que prevalece de facto.
Desde que se sugirió la forma actual de entender y practicar la certificación, se entregó
observaciones a la Coordinación del Colegio de Humanidades y Ciencias Sociales,
Coordinación Académica y Rectoría. En ellas se señaló que las prácticas de evaluación
basadas en dicho entendimiento no conducen a una auténtica separación entre la evaluación
con una función educativa, formativa, y la certificación de conocimientos como el proceso
que deriva en la función institucional de expedir certificados, títulos y grados.
En 2004, en el marco del segundo foro académico sobre el proyecto de la UCM, las críticas
al concepto de certificación se ampliaron en al menos dos ponencias (la ponencia de María
José Rodríguez Rejas que derivó en el artículo “Certificación y procesos de contrarreforma
en la educación superior”2 y “Certificación en la UACM”3de Carlos E. González). Nuevas
perspectivas críticas se han difundido en los documentos de Ricardo Vázquez Chagoyán
“Nuevas notas para un diagnóstico de la organización académica de la Universidad
Autónoma de la Ciudad de México”, de noviembre de 2005, en el quinto capítulo de su
libro La escuela a examen4, 2007, y “Consideraciones para la discusión sobre la estructura
académica que debe regir en la UACM y que debe contenerse en su Estatuto General
Orgánico”, de agosto de 2008.
Estos documentos plantean críticas de diverso talante: algunas critican el concepto mismo
de certificación, en tanto que otras dirigen sus baterías en contra de la forma particular en
que ésta se ha desarrollado en la UACM, incluso, sea realizado una revisión de la
reglamentación y los principios que han guiado el modelo de la certificación durante los
diez años que lleva aplicándose en la Universidad (trabajo realizado por Viridiana Alarcón
Ramírez en su tesis “El sistema de certificación en la UACM, un análisis de sus diseño”).
La preocupación central es la relevancia institucional que tiene la certificación en el marco
2 Disponible en formato electrónico en: http://firgoa.usc.es/drupal/node/36493
3 Rodríguez, Rejas María José y Campuzano, Cardona Octavio (Coord.) Memorias del I Foro sobre
educación en la UACM, UACM, 2006. 125.
4 Disponible en formato electrónico en:
http://www.conexiondigital.org/laescuelaaexamen/LA_ESCUELA_A_EXAMEN.pdf
6
Evaluación educativa, certificación y acreditación en la UACM: un diagnóstico de las prácticas actuales y un esbozo para
su reforma, Propuesta para el Congreso Universitario 2012
de la falta de diseño, reflexión y sustento académico de su práctica. En palabras de María
José Rodríguez:
“[L]a certificación pasó a regular en gran medida la organización académica y
cotidiana de la universidad. Sin embargo, los sujetos inmersos en este proceso
construimos la idea de en qué consiste la certificación de los estudiantes a partir de
la experiencia y no de referentes teóricos que nos permitan entrar a una discusión
reflexiva en relación con nuestro proyecto de universidad”5 .
Coincidimos con el esbozo del diagnóstico de la profesora Rodríguez: un modelo de
certificación sin sustento teórico ni reflexivo terminó enseñoreándose de las
prácticas y estructura sustantivas de la UACM. El efecto más pernicioso del
dominio ciego de un modelo de certificación defectuoso es que terminó militando
en contra del propósito expreso de la separación de los procesos de enseñanzaaprendizaje
y los de evaluación educativa con fines certificatorios: eliminar la
práctica de una educación bancaria.
En el resto del artículo, la profesora Rodríguez desarrolla detalladamente el origen de los
procesos de certificación educativa como una extensión de la práctica de la certificación de
la calidad en el mundo empresarial, señalando los graves defectos que ello conlleva para la
educación: estandarización orientada a las necesidades del mercado laboral. Por su parte,
Ricardo Vázquez Chagoyán ha subrayado que la forma en que se realiza la certificación es
contraria a las intenciones expuestas en el punto 5 de la “Exposición de motivos” de la Ley
de la UACM. La razón fundamental es que no resulta ni en “una distinción clara entre las
evaluaciones que tienen como función diagnosticar la forma en que se desarrolla el proceso
educativo y apoyar su mejoramiento, y las evaluaciones que tienen como función otorgar
certificados, títulos, grados y diplomas”. En esa virtud, no logra “que los estudiantes
refuercen su aprecio por el conocimiento en sí mismo, por su sentido práctico y por la
satisfacción de aprender, y no lo valoren solamente porque les otorga certificados y
premios”. Por la importancia de las observaciones del profesor Vázquez Chagoyán (2007,
pp. 200-201), citamos in extenso su diagnóstico:
5 Rodriguez, Rejas, p. 3
7
Evaluación educativa, certificación y acreditación en la UACM: un diagnóstico de las prácticas actuales y un esbozo para
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a) “En concordancia con la ideología fragmentaria e individualista de la educación que
se ha venido describiendo, la forma en que se está llevando a cabo la certificación se
contrapone a la educación integral postulada en la Ley de la UACM. El hecho de
que se pretenda certificar cada una de las materias o asignaturas por separado
refuerza la visión fragmentada de la realidad. Los estudiantes tienen que certificar
sus conocimientos fragmento por fragmento, de manera que una vez acreditado un
fragmento, éste se deja en el olvido para centrar la atención en otro fragmento, que
al acreditarse se olvidará, y así sucesivamente.
b) Es dudoso que este procedimiento fomente en los estudiantes el interés por el
conocimiento, porque no incide para nada en los procesos de enseñanza y
aprendizaje, es algo externo a ellos. Para fomentar el interés por el conocimiento en
los estudiantes se requiere transformar los procedimientos de enseñanza verbalistas,
porque si los estudiantes no logran vincular los discursos que se les imparten con
sus intereses vitales, el “conocimiento” así recibido se vuelve exclusivamente una
larga serie de trámites burocráticos de “certificación de rollos”.
c) La certificación, de la manera en que se ha implantado, no sólo no modifica los
procesos de enseñanza y aprendizaje, sino que refuerza las prácticas verbalistas que
tienen que ser erradicadas. Como continúa sin modificarse todo el esquema escolar
universitario (planes y programas de estudio, práctica docente, etc.) y como el
proceso de certificación no afecta las prácticas pedagógicas, entonces lo que se
termina haciendo es certificar la memorización de discursos verbales y no
conocimientos ni habilidades. Incluso suponiendo que los instrumentos de
certificación efectivamente certificaran habilidades o conocimientos, ello sería
completamente injusto para los estudiantes puesto que se les ofrecen discursos
verbales y se les pretende certificar habilidades o competencias.
d) Otro efecto de esta forma de entender la certificación está en que atenta contra la
libertad de cátedra, que insistentemente se defiende en la Ley de la UACM,
porque en la práctica la certificación funciona como un sistema de exámenes
departamentales, con un programa único por materia, del cual los profesores no
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pueden apartarse, porque los temas asentados en ellos son precisamente los que dan
la pauta para la certificación.
e) Este esquema atenta también contra la idea de que se tomen en cuenta los
intereses de los estudiantes, ya que con programas preestablecidos por asignatura
lo que se atiende es el interés de los profesores o de las “comunidades profesionales
disciplinarias”.
Carlos González, por su parte, adujo que la idea de que se podía certificar materia por
materia se basaba en una serie de concepciones erróneas a la naturaleza del conocimiento,
el aprendizaje y la evaluación. Del conocimiento, porque se le concibe como “divisible en
fracciones que sumadas corresponden a un desempeño competente”; del aprendizaje,
porque supone “la posibilidad de contabilizarlo tan minuciosamente como para saber el
perfil que cualquier alumno va a lograr semestre tras semestre”; y de la evaluación, porque
no considera las dificultades que todo proceso de evaluación educativa para certificación
conlleva. A modo de conclusión, sostuvo que los defectos teóricos y prácticos de lo que se
ha entendido por certificación en la UACM están probablemente relacionados con
frustración de estudiantes que alimenta algunos procesos de deserción, así como con la
frustración de los profesores-investigadores debida a la burocratización y empobrecimiento
del trabajo académico. Como hizo notar la profesora Rodríguez (pp. 26-27), todos esos
rasgos de la “certificación” en la UACM son extremadamente similares a los rasgos de los
exámenes departamentales que Díaz Barriga discutió a detalle en su libro El examen
(2000).
Los elementos expuestos para un diagnóstico del funcionamiento del
modelo de certificación requiere de la revisión de las nociones de
evaluación, certificación y acreditación, así como de su operación en la
UACM, como lo exponemos acontinuación.
II. Propuesta de revisión de las nociones de evaluación, certificación y
acreditación, así como de su operación en la UACM
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Dado que los elementos de diagnóstico con los que contamos desde casi el momento mismo
que se implantó la “certificación” en la UACM han sido respaldados por la experiencia de
ya más de diez años, nos parece urgente una propuesta de reorganización de la función y de
las estructuras que participan en ella.
Aspectos conceptuales y de procedimiento
Una confusión que subyace a la práctica de la “certificación” en la UACM se da entre los
conceptos de ‘acreditación’, ‘evaluación’ y ‘certificación’. Debido a la estructura
administrativa que se ha estandarizado en las instituciones de educación superior alrededor
del mundo, las unidades curriculares de sus planes de estudio (cursos, talleres, seminarios,
prácticas, etc.) suelen contabilizarse en términos de “créditos”. Éstos son básicamente
estimaciones del trabajo dedicado a cada unidad curricular por un estudiante promedio. Un
buen ejemplo de cómo se define esta unidad administrativa lo encontramos en el “Acuerdo
número 279” de la Secretaría de Educación Pública nacional que regula los trámites y
procedimientos para el reconocimiento de validez oficial de estudios superiores. Su
Artículo 13 establece que todo plan de estudios orientado al título de profesional asociado o
técnico superior universitario debe contemplar un mínimo de 180 créditos; los de
licenciatura, de 300 créditos; los de especialidad, de 45 créditos; los de maestría, de 75
créditos después de la licenciatura o 30 después de la especialidad; y los de doctorado, de
150 créditos después de la licenciatura, 105 después de la especialidad o 75 después de la
maestría. Su Artículo 14 establece que los créditos se computan asignando 0.0625 créditos
“por cada hora efectiva de actividad de aprendizaje” bajo la conducción de un académico o
de manera independiente. Así, cada unidad curricular de un plan de estudios comporta un
cierto “valor” en créditos dependiendo de las horas de trabajo que se estimen necesarias
para completarla. En congruencia con lo anterior, los estudiantes han de acreditar el trabajo
realizado en cada una de las unidades curriculares como uno de los requisitos para obtener
el título o grado respectivo.
La certificación, por otra parte, y como establece el Artículo 12 de la Ley de la UACM,
consiste en “evaluaciones … para la obtención de títulos, grados y certificados” que, como
también aclara el Artículo 14 de dicha Ley, tienen “como condición ineludible y única la
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demostración de los conocimientos y competencias que dichos instrumentos amparen”. A
causa de su vínculo con la obtención de títulos, grados y certificados, la certificación
evalúa perfiles y desempeños relevantes en vez de contenidos, temarios o información
como en el caso de los exámenes departamentales
La evaluación de perfiles es fundamental para la certificación. Sin embargo, la evaluación
para la certificación no es la única forma relevante de evaluación educativa. De manera
breve: la evaluación educativa es una actividad que deben realizar todos los implicados en
un proceso educativo para establecer las fortalezas y debilidades tanto de los participantes,
como de los planes de acción, de los instrumentos empleados, etc. Para lograr que estos
procesos realmente alimenten nuestra capacidad de mejora, es necesario que se nutran de la
discusión, estudio y asesoría interna y externa. En el caso de la evaluación educativa dentro
del salón de clase (que no debe ser el único lugar en donde se practiquen tales
evaluaciones), para instituir y mejorar buenos procedimientos, es necesario que tanto
estudiantes como docentes puedan trabajar en talleres para enriquecer, diversificar y
aprovechar los procesos de evaluación. Además, es conveniente contar con espacios de
socialización, discusión y retroalimentación permanente de dichos procesos. Sin hacer un
listado exhaustivo, pensamos que estos podrían ser, además de sesiones de tutorías y
asesorías expresamente dedicadas al análisis de y reflexión sobre resultados de las
evaluaciones, un espacio como un periódico mural en el que se pegaran todas las
reflexiones relacionadas con el proceso, y mesas redondas o seminarios en donde
estudiantes y profesores discutieran las experiencias. Es notorio que el área de la UACM
que en la actualidad más pone en práctica este tipo de actividades es el Taller de Identidad,
Conocimiento y Aprendizaje (ICA) en el Programa de Integración. No es casual que este
taller es uno de los pocos espacios de la Universidad en donde el proceso de “Certificación”
no se ha impuesto.
Retrospectivamente, pensamos que nunca se ha hecho un intento serio de fortalecer la
evaluación educativa y darle un peso igual que o mayor a el que ha tenido la certificación
por temor al caos y porque construir, mejorar y mantener los procesos de “certificación” ha
consumido toda la energía creativa que pudo haberse dirigido a otras formas de evaluación.
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Sabemos que, en un principio, no sería razonable suponer que se lograran mecanismos
perfectos de evaluación educativa. Un objetivo alcanzable a corto plazo podría ser que el
final de un semestre ya no sea un período de ansiosa memorización de datos (o, peor,
opiniones incuestionables de los profesores) y que se convierta en una semana (o dos) de
exposiciones e interacciones académicas, artísticas y científicas con un público (o
comunidad) mucho más amplio que el que ahora ve los “instrumentos” de certificación: un
solo profesor o un pequeño comité. Así, tanto profesores como estudiantes ampliarán su
visión del aprendizaje y de la evaluación más allá de los exámenes. Como estamos de
acuerdo con Lev Vygotsky en que
“Los sistemas de calificaciones son inapropiados psicológicamente […] Una
calificación es una forma de evaluación ajena al conjunto del trabajo escolar y llega
a dominar los quehaceres naturales de la enseñanza, y el estudiante empieza a
aprender con el único fin de evitar las malas notas o conseguir buenas notas.
Similarmente, las calificaciones combinan todos los aspectos negativos de los
premios y los castigos.”6
También consideramos que el rescate de la función educativa de la evaluación
debería redundar en una revaloración de las evaluaciones cualitativas.
Idealmente, ello podría desembocar en la búsqueda de alternativas en las que
las “calificaciones” y promedios tuvieran un papel secundario, puramente
administrativo, o fueran completamente sustituidas por sistemas cualitativos,
participativos y reflexivos.7
¿Qué debería ser la certificación?
El artículo 14 de la Ley de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México establece lo
siguiente:
6 Soviet Psychology. Capítulo 12, Ethical Behavior, p. 19., disponible en www.marxistarchives.org.
7 Ejemplos exitosos de instituciones y casos en los que se ha dado esa sustitución pueden encontrarse en el
capítulo diez del libro The Schools Our Children Deserve de Alfie Kohn (1999).
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“[El] otorgamiento de certificados, diplomas, títulos, grados y
reconocimientos tendrá como condición ineludible y única la demostración
de los conocimientos y competencias que dichos instrumentos amparen”.
Un análisis elemental del artículo permite establecer que en nuestra universidad los
certificados (lo mismo que los diplomas, títulos, etc.) son entendidos como documentos
oficiales que tienen un contenido muy específico: en ellos, la UACM da fe ante la sociedad
de que la persona a cuyo nombre son emitidos posee determinados conocimientos y
competencias claramente especificados. Evidentemente, los certificados que emita la
UACM deben estar avalados académicamente. Por ello, es indispensable la realización de
pruebas capaces de establecer con la mayor objetividad, claridad y transparencia si alguien
está de hecho en posesión de los conocimientos que ampara el certificado.
El valor que la ley de la UACM otorga a los certificados es, pues, esencialmente
académico. Esto contrasta notablemente con el valor que –implícita o explícitamente– se
asigna a los certificados en un sistema educativo de corte bancario, como el que prevalece a
escala nacional. En México, donde el sistema educativo se ha relevado a sí mismo de la
tarea de conducir a los estudiantes hacia la construcción de saberes, los certificados de los
diversos niveles educativos dan cuenta, si acaso, de que un individuo ha atendido durante
un tiempo determinado a las instalaciones escolares (presumiblemente) a atender clases
(con disposición ordenada, obediente y pasiva).
Así pues, el artículo 14 de la Ley de la UACM establece con claridad que el otorgamiento
de certificados en la UACM resulta de un proceso de evaluación educativa. Ciertamente,
este proceso debe tener características específicas, en contraste con otros tipos de
evaluación académica (como la diagnóstica y la formativa). Este carácter peculiar resulta de
que la evaluación para la certificación debe ser particularmente rigurosa dado su objetivo:
garantizar ante la sociedad que la emisión de un certificado a favor de una persona se hace
bajo la condición única, necesaria y suficiente de que está en posesión de determinados
saberes.
Para que los diferentes tipos de evaluación educativa cumplan con sus propósitos
respectivos, es necesario que se realicen de modo consciente y no ingenuo. Esto representa,
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ante todo, un reto epistemológico. El propósito de una evaluación para la certificación, en
particular, consiste en establecer si se puede atribuir a alguien –o no– que sabe algo. Para
hacerlo, es necesario enfrentar preguntas de un carácter esencialmente epistemológico:
¿cuáles son los tipos de saber a evaluar? ¿En qué condiciones se puede atribuir cada uno de
estos tipos de saber a un individuo determinado?
En el sistema educativo tradicional, conocimiento se entiende como información. No es
casualidad, por tanto, que el principal contenido educativo sea en nuestras escuelas (incluso
en las de nivel superior) sea un conjunto más o menos amplio de información contenida en
una serie de enunciados declarativos. Las pruebas mediante las que se suele evaluar a los
estudiantes en México se basan en esta premisa. Por ello, las paradigmáticas pruebas de
“opción múltiple” son tan socorridas: permiten establecer de un modo bastante cómodo si
un estudiante “ha memorizado” la información “impartida” en los cursos.
Sin embargo, una aproximación crítica a la naturaleza del conocimiento proposicional (que
por cierto, no ni el único tipo de conocimiento, ni tampoco el más relevante) mostraría que
para que un sujeto demuestre que sabe que p (siendo p un enunciado declarativo cualquiera)
no basta con que repita que p. Diversas intuiciones subyacentes en nuestro uso cotidiano
del verbo saber en su valor proposicional, apuntan a otras condiciones importantes. Por
ejemplo, para saber que p es necesario que p sea un enunciado verdadero: jamás decimos
que alguien sabe que p en caso de que p sea falso. Pero además, para atribuir a alguien que
sabe que p normalmente exigimos que pueda justificar la verdad de p. Si se añadiera esta
última condición para la atribución de saber proposicional a una persona, las pruebas de
opción múltiple seguramente no funcionarían. Sería fundamental, por ejemplo, que en las
pruebas se pidiera a los estudiantes no sólo que enunciaran sus creencias (marcando las
opciones correspondientes), sino también que ofrecieran elementos de prueba a su favor.
Lo anterior, de tomarse en serio, obligaría a cambiar radicalmente la naturaleza misma de la
educación (incluso de la universitaria). Aún si se considerara que la información es
fundamental, se tendría que garantizar que los estudiantes comprendieran la importancia de
sustentar su veracidad (o al menos su verosimilitud y relevancia). Además, implicaría que
en los procesos de aprendizaje el centro lo ocuparía el desarrollo de habilidades necesarias
para la justificación y defensa de creencias. Este solo hecho reorientaría la educación:
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tendría que dejar de ser informativa, memorística y privada para convertirse en crítica,
dialéctica, colectiva y fundamentalmente práctica.
En su trabajo seminal The Concept of Mind (1949), Gilbert Ryle sostuvo que hay un
pernicioso prejuicio: el de que la inteligencia de una persona es directamente proporcional a
la cantidad de información que posee. Este prejuicio, según Ryles, es consecuencia de la
aceptación del dogma del “fantasma en la máquina”. Según este dogma, los seres humanos
son eso, fantasmas inmateriales que piensan atrapados en un mecanismo robótico. De
hecho, cabría decir que la educación bancaria es la expresión del dogma que pretende
combatir Ryle. La capacidad de una persona para adquirir información, según este dogma,
no depende de la interacción con el medio, ya no digamos del trabajo cooperativo con los
demás. Según Ryle, los partidarios de este dogma
“se han preocupado tanto por investigar la naturaleza, las fuentes y las credenciales
de las teorías que adoptamos, que han ignorado casi por completo analizar qué
significa que alguien sepa realizar determinadas tareas. En la vida ordinaria, al
contrario, lo mismo que en el ámbito particular de la enseñanza, resultan mucho más
importantes las competencias de la gente que sus repertorios cognitivos, las
operaciones que pueden realizar que las verdades que pueden aprender. De hecho,
cuando queremos establecer las capacidades y deficiencias intelectuales de las
personas, nos mostramos menos interesados en las reservas de verdades que han
adquirido y nos importa mucho más su capacidad de descubrir verdades por ellas
mismas, lo mismo que su habilidad para organizarlas y utilizarlas, una vez que las
han descubierto. Con frecuencia nos lamentamos de que una persona ignore un dato
tan sólo porque deploramos la estupidez de la que esta ignorancia resulta.”8
El sistema educativo bancario, sin embargo, no está preocupado en el desarrollo de
habilidades de investigación, descubrimiento de verdades, formulación de hipótesis y
teorías explicativas, etc. Al contrario, reduce intencionalmente el ámbito de la educación a
las “reservas de verdades” posiblemente con la esperanza de que no se aprenda a pensar
críticamente y a colaborar con otros para la construcción de nuevos saberes.
8 Ryle, The Concept of Mind, p. 28.
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Evaluación educativa, certificación y acreditación en la UACM: un diagnóstico de las prácticas actuales y un esbozo para
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Para mejor comprender en qué debe consistir evaluación educativa, proponemos la
introducción de la noción de logro epistémico. Por mor de la brevedad, diremos solamente
que un sujeto ha realizado un logro epistémico cuando puede afirmarse con verdad alguno
de los siguientes enunciados:
1. El sujeto conoce un objeto
2. El sujeto sabe que…
3. El sujeto sabe hacer algo
4. El sujeto comprende tal o cual entidad lingü.stica
5. El sujeto comprende por qué ocurre tal o cual fenómeno
Esta noción tiene la ventaja de articular diversos elementos de la práctica educativa, y en
especial, los planes y programas de estudio, por un lado, y los procesos de evaluación, por
otro. Así, los programas de estudio deberían especificar, en forma de objetivos, los logros
epistémicos que se proponen alcanzar en la unidad curricular que definen. Al mismo
tiempo, deberían concebirse como guías para la acción educativa adecuada para alcanzar
los logros epistémicos hacia los que apuntan. Por su parte, las evaluaciones deberían estar
diseñadas para establecer de la manera más objetiva y confiable si un individuo ha
alcanzado (o no) los logros epistémicos establecidos en el programa. En esa virtud,
deberían basarse en la explicitación de criterios para la atribución a alguien de un
determinado logro epistémico.
Las taxonomías de objetivos de la educación que se emplean en la actualidad son herederas
de la que propusieron en los años 50 del siglo pasado Benjamin S. Bloom y sus
colaboradores. Como su contraparte original, las taxonomías contemporáneas distinguen
los llamados “conocimientos” de las “habilidades” y de las “actitudes”. Dado que entienden
por “conocimiento” la simple posesión de información, estas taxonomías adolecen del
defecto fundamental de la educación bancaria. El saber hacer no puede incorporarse en las
taxonomías basadas en la de Bloom, como tampoco puede hacerse con otros logros
epistémicos fundamentales.
A pesar de lo anterior, es un hecho que un programa para una unidad curricular determinada
debería favorecer que los estudiantes realizaran logros epistémicos (individual y
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Evaluación educativa, certificación y acreditación en la UACM: un diagnóstico de las prácticas actuales y un esbozo para
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colectivamente) como los que hemos listado. Por ejemplo, un estudiante de filosofía
interesado en la filosofía del siglo XX acaso debería saber justificadamente que
Wittgenstein sostuvo tal y cual teoría. Sin embargo, debería también conocer la teoría a
fondo, lo que en parte supone que comprende la forma en que ha sido enunciada. Además,
debería saber cómo evaluarla y, en su caso, criticarla, lo que en suma conduce al hecho de
que debería saber hacer lo mismo que hizo Wittgenstein al formular su teoría.
Desde luego, lo que proponemos no es que se adopte esta taxonomía sin más. Lo que
queremos es discutirla para así disipar, entre todos, las diversas oscuridades conceptuales,
los muy variados prejuicios, las terribles inercias que subyacen en nuestras prácticas
educativas. En todo caso, creemos también que la consideración seria de estas cuestiones
nos conduciría necesariamente a la revisión no sólo de nuestras prácticas evaluativas y de
diseño curricular, sino esencialmente a una transformación radical de la vida cotidiana en la
universidad, dedicada ahora sí a la realización efectiva de logros epistémicos relevantes.
Entre otras cosas, permitiría realizar genuinas evaluaciones para la certificación de perfiles
epistémicos relevantes, en lugar de los engorrosos e ineficaces exámenes departamentales
por curso que ahora son la norma.
III. Estructura propuesta
Para realizar lo que hemos expuesto, es necesario cambiar la actual estructura. Proponemos
la creación de una nueva Coordinación de Certificación y Evaluación Educativa (CC y EE)
y la separación del área de Servicios Escolares que actualmente es parte de la coordinación
de Certificación, constituyendo la Oficina de Servicios Escolares como una instancia
administrativa desconcentrada que ofrecerá mecanismos ágiles (en línea y en plantel) de
todos los servicios de registro escolar.
Coordinación de Certificación y Evaluación Educativa
Esta coordinación tendrá las siguientes funciones:
· Promover la creación de seminarios, talleres y grupos de investigación acerca de la
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evaluación.
· Promover la creación de seminarios, talleres y grupos de investigación acerca de la
certificación.
· Constituirse en el área especializada de asesoría para el diseño, implantación y
seguimiento de los procesos de la certificación auténtica de conocimientos.
La Coordinación contará con un área de investigación sobre la evaluación con pedagogos,
sicólogos, sociólogos, etc. y el área de titulación.
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IV. Consideraciones adicionales
En línea con las consideraciones anteriores, los procesos de formulación y revisión de
planes y programas de estudios previstos en el Reglamento vigente habrían de incorporar
planes de trabajo tanto para atender y fortalecer el carácter educativo de los procesos de
evaluación formativa como para determinar los perfiles certificables. Algunas sugerencias
específicas que podrían contribuir a esos procesos son:
1. Incluir elementos vivenciales en las evaluaciones formativas9.
2. La certificación debe hacerse por perfiles relevantes (áreas de aprendizaje que
normalmente abarcan mucho más de un curso).10
3. La evaluación diagnóstica no debe ser mecanismo para excluir a los estudiantes de
un curso. La Coordinación deberá articular los procesos institucionales de
evaluación diagnóstica (sin perder de vista el principio de atención personalizada),
particularmente en momentos clave como el ingreso a la Universidad y a cada uno
de los ciclos que contengan los planes de estudio.
4. Para hacer valer el principio de no especialización temprana postulado en la
Exposición de motivos de la Ley, habría que rescatar y reforzar la figura de las
tutorías. Esto podría lograrse reduciendo la carga de créditos/clases obligatorio(a)s,
y facilitando que los estudiantes tomen más clases “optativas” fuera de sus carreras,
postergando la selección de carreras hasta el segundo semestre.11
5. Liberar los planes de estudios. Se pedirá que un estudiante de cada carrera estudie
un mínimo de cursos por eje (no será el mismo número en cada carrera ni en cada
eje) pero no habrá, o habrá pocas, clases específicas obligatorias, como ahora es el
9 Algo así ya se ha hecho en ICA. Véase, para otros casos en instituciones estadounidenses, el libro de Kohn
anteriormente citado.
10 Los exámenes generales de conocimientos del Ciclo Básico de Humanidades y Ciencias Sociales y de
lenguas son un antecedente importante.
11 A este respecto, hay varias experiencias relevantes que podrían tomarse como guía. Así, por ejemplo, en el
Evergreen State College la carrera se decide en el segundo año; hay un programa para estudiantes de primer
año que consiste en escoger entre cientos de cursos optativos, no todos reservados o diseñados
exclusivamente para ellos
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caso.12 El liberar los planes de estudio contribuirá a resolver el dilema de los
llamados semestres pares y nones; si rechazamos la seriación artificial y la extrema
especificidad de los planes de estudio, acabaremos con el retraso en la titulación
ocasionada por la oferta limitada por semestre. Deborah Meier ha incorporado en su
trabajo unas ideas sobre cómo desburocratizar los horarios de clases. 13
6. Plasmar en la normatividad una perspectiva de la educación más amplia que la de la
cátedra. Esto debería permitir que los estudiantes tuvieran oportunidad de adquirir
“créditos” a través de actividades que van más allá del trabajo en aula.14
7. El carácter académico de la Coordinación de Certificación y Evaluación
Educativa contribuirá a que los procedimientos de evaluación formativa y para
certificación no tengan efectos indeseables (backwash) que inhiban la libertad
académica y el pensamiento crítico y refuercen el empleo de técnicas memorísticas.
Hasta ahora, la estructura académica y de evaluación ha estado orientada primordialmente a
la gestión escolar. La propuesta aquí contenida ayudaría a reorientar académicamente las
funciones de evaluación educativa y certificación, por lo cual sería adecuado completarla
con modificaciones en la estructura académica. En particular, ésta no debería diseñarse con
base en los planes de estudio, sino a partir de perspectivas académicas de mayor alcance,
como Programas Institucionales o Centros Académicos.
12 Respecto del temor que se ha manifestado sobre que los planes de estudio diseñados desde perspectivas de
vanguardia podrían ser rechazados por la Secretaría de Educación Pública para su registro, es importante
señalar que sus normas establecen que, en el caso de las universidades públicas autónomas, los requisitos son
que cumplan con lo establecido en los reglamentos aprobados por cada universidad y registrados ante la
propia Secretaría. El Reglamento para la aprobación… de planes y programas de estudios vigentes es lo
bastante flexible como para acomodar muy diversas perspectivas de diseño.
13 Meier, Deborah. The Power of Their Ideas: Lessons for America from a Small School in Harlem. Boston:
Beacon Press. 1995, 2002. Pag. 116.
14 En una gran cantidad de instituciones que hemos revisado ése es precisamente el caso. Pueden verse, a
manera de ejemplo, desde los casos de la citada Evergreen State College o la reciente Jacobs University, hasta
los de instituciones mucho más conocidas como Cambridge o el MIT.
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